Tres días de protestas empezaron ayer cuando campesinos de San Juan Sacatepéquez iniciaron una marcha que partió desde la cabecera municipal hacia la ciudad. Anoche pernoctaron en el Centro Universitario Metropolitano (CUM), para encaminarse hoy hacia el Congreso de la República y Casa Presidencial.
El objetivo de los pobladores de dicho municipio es tajante. “Nuestro planteamiento es el retiro inmediato de la cementera de Cementos Progreso de San Juan Sacatepéquez”, aseguran que esta exigencia no está sujeta a negociación.
Domingo Hernández, del Comité de Unidad Campesina (CUC), dijo que hoy se unirá a la marcha un grupo de campesinos de Huehuetenango que rechazan la explotación minera y la instalación de hidroeléctricas.
Anunció que organizaciones campesinas realizarán bloqueos en Cuatro Caminos, Quetzaltenango, Quiché, Huehuetenango, San Marcos, Jalapa y la Costa Sur. “Los bloqueos son la única forma de expresar que no estamos de acuerdo con la minería y la explotación de nuestros recursos naturales”, apuntó Hernández.
El dirigente aseguró que los gastos de comida y mantenimiento de los participantes son costeados por las mismas comunidades, y aporte de agua pura del CUC.
Hernández agregó que se dirigen al Jefe del Ejecutivo, ya que lo reconocen como mandatario del país y confían en que les dé una respuesta satisfactoria.
Además de pedir el retiro del permiso de construcción que tiene la cementera exigen la liberación inmediata de cuatro de sus compañeros que se encuentran capturados, uno desde febrero de 2008 y los otros tres desde noviembre del mismo año, que fueron capturados por conformar manifestaciones.
Según informó Nij, son alrededor de 15 mil personas las que se dirigieron a apoyar la manifestación, todas con voluntad propia. “Exigimos dialogar con las autoridades de Gobierno, si no nos atienden permaneceremos hasta que nos escuchen”, sentenció.
“El viernes recién pasado llevamos una petición por escrito para que así fuera y tenemos un escrito firmado y sellado de recibido por el Secretario Privado de la Presidencia, quien informo que seríamos recibidos por el mandatario mañana (hoy) a las 11:30 en la Casa Presidencial”, agregó.
En tanto el vicepresidente Rafael Espada, se manifestó sorprendido de la marcha debido a que estaban en un diálogo. Confirmó que contrario a lo que se había dicho, una comisión de alto nivel recibirá este martes a los representantes.
Luis Ferraté, ministro de Medio Ambiente, dijo que su misión es que se cumpla lo pactado en el estudio de impacto ambiental realizado por la empresa.
Eduardo Aguirre, gerente de desarrollo sostenible de la empresa, expresó que respetan a los manifestantes y sus movilizaciones, pero lamentó que se haya obligado a la población a estar presente en esa actividad que tuvo efectos negativos en el comercio local. Recalcó que el diálogo de parte de la corporación se ha mantenido. El año pasado se logró avanzar sustancialmente y fueron tomados en cuenta los temas que plantearon los campesinos, por lo que espera que el proceso sea retomado en busca de la aceptación y tolerancia entre las partes.
El objetivo de los pobladores de dicho municipio es tajante. “Nuestro planteamiento es el retiro inmediato de la cementera de Cementos Progreso de San Juan Sacatepéquez”, aseguran que esta exigencia no está sujeta a negociación.
Domingo Hernández, del Comité de Unidad Campesina (CUC), dijo que hoy se unirá a la marcha un grupo de campesinos de Huehuetenango que rechazan la explotación minera y la instalación de hidroeléctricas.
Anunció que organizaciones campesinas realizarán bloqueos en Cuatro Caminos, Quetzaltenango, Quiché, Huehuetenango, San Marcos, Jalapa y la Costa Sur. “Los bloqueos son la única forma de expresar que no estamos de acuerdo con la minería y la explotación de nuestros recursos naturales”, apuntó Hernández.
El dirigente aseguró que los gastos de comida y mantenimiento de los participantes son costeados por las mismas comunidades, y aporte de agua pura del CUC.
Hernández agregó que se dirigen al Jefe del Ejecutivo, ya que lo reconocen como mandatario del país y confían en que les dé una respuesta satisfactoria.
Exigen liberación de compañeros
Entre los temores de los pobladores de San Juan Sacatepéquez están el daño que el polvo emanado de la cementera pueda causarle al cultivo de flores, que constituye el principal sustento de las familias sanjuaneras. Asimismo, consideran que la siembra de eucalipto secará los pozos y fuentes de agua, “luchamos por la tierra que heredaremos a nuestras generaciones”, subrayó Mario Nij, líder comunitario.Además de pedir el retiro del permiso de construcción que tiene la cementera exigen la liberación inmediata de cuatro de sus compañeros que se encuentran capturados, uno desde febrero de 2008 y los otros tres desde noviembre del mismo año, que fueron capturados por conformar manifestaciones.
Según informó Nij, son alrededor de 15 mil personas las que se dirigieron a apoyar la manifestación, todas con voluntad propia. “Exigimos dialogar con las autoridades de Gobierno, si no nos atienden permaneceremos hasta que nos escuchen”, sentenció.
“El viernes recién pasado llevamos una petición por escrito para que así fuera y tenemos un escrito firmado y sellado de recibido por el Secretario Privado de la Presidencia, quien informo que seríamos recibidos por el mandatario mañana (hoy) a las 11:30 en la Casa Presidencial”, agregó.
Abiertos al diálogo
El viceministro de Energía y Minas, Alfredo Pokus, lamentó que estos grupos hayan tomado medidas de hecho, cuando el Gobierno siempre ha estado abierto al diálogo.En tanto el vicepresidente Rafael Espada, se manifestó sorprendido de la marcha debido a que estaban en un diálogo. Confirmó que contrario a lo que se había dicho, una comisión de alto nivel recibirá este martes a los representantes.
Luis Ferraté, ministro de Medio Ambiente, dijo que su misión es que se cumpla lo pactado en el estudio de impacto ambiental realizado por la empresa.
Eduardo Aguirre, gerente de desarrollo sostenible de la empresa, expresó que respetan a los manifestantes y sus movilizaciones, pero lamentó que se haya obligado a la población a estar presente en esa actividad que tuvo efectos negativos en el comercio local. Recalcó que el diálogo de parte de la corporación se ha mantenido. El año pasado se logró avanzar sustancialmente y fueron tomados en cuenta los temas que plantearon los campesinos, por lo que espera que el proceso sea retomado en busca de la aceptación y tolerancia entre las partes.
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